La riqueza y el volumen de los datos científicos obligan a abordar nuevas estrategias para la explotación de la información embebida en ellos. En este escenario la Inteligencia Artificial ha emergido como un conjunto de técnicas de uso casi obligatorio para mantener la producción científica en ritmos como los actuales. Hoy día, numerosas decisiones están soportadas por algoritmos de aprendizaje automático o algoritmos evolutivos, por ejemplo el etiquetado de eventos como fondo o como señal en física de partículas. En esta charla se presentarán algunos casos y de éxito y las líneas de futuro trabajo.